domingo, 24 de marzo de 2013

Ser mamá me salvó la vida


Yo era una muchacha de veintitantos  años con el nivel de colesterol alto. Y así fuí una muchacha que no le importaba su salud por varios años, tomando medicamentos y haciendo que hacia ejercicios, procuraba mantener los niveles de colesterol en el mismo lugar, y no era un buen lugar. No hacía mucho caso del médico ni de lo que aprendía sobre esa nueva condición en mi vida que realmente no me preocupaba mucho. Yo seguía así, cuidando muy poco mi dieta, comiendo bien a la puertorriqueña.

Cuando quedé embarazada, lo cuál me tomó tanto trabajo pues tuve problemas de infertilidad, tuve que cambiar. Ya no era solo el colesterol, ahora también aparecían signos de alta presión y estaba siempre cansada y desanimada. Sabia que tenía que hacer algo por mi y por mi bebé. Así que tuve que empezar a comer bien, a tomar más agua, a moverme, a conocer, cocinar y amar los vegetales.

Luego de que llega el bebé y comienzo a lactar, el cuidarme-que antes era recomendado por el doctor, se hace más latente y más urgente. Este nuevo estilo de vida exigía un compromiso serio. Lo que como, lo que hago o dejo de hacer lo aprenden mis hijos y ya no es una opción sólo mía el no cuidarme. Tengo que cuidarme porque de mi estilo de vida aprenden mis hijos a vivir. Hoy son tres los que me inspiran a ser mejor cada día: mis dos hijos y mi esposo. El cambio fué gradual y no tuvo que pasar nada especial o dramático.

Convertirme en madre fué lo que me sucedió para entender que la vida es frágil. Parir a mis hijos a pulmón, sin medicamentos (por opción) me enseñó entre otras cosas lo intensa que es la vida y lo difícil que es llegar aquí. Descuidar la propia vida es un insulto propio, pero modelar a nuestros hijos un estilo de vida descuidado es un insulto grave a la definición de ser mamá.

No soy vegan ni me he convertido en atleta, pequeños ajustes diarios aquí y allá hacen la diferencia:
  • En cada comida incluyo un vegetal o una fruta.
  • Tomamos agua constantemente a través del día.
  • Cada día horneo más y frio menos.
  • Los postres y dulces los dejamos solo para celebraciones u ocasiones especiales.
  • Y todos los días salimos a caminar, correr y jugar al aire fresco.

Y tú, ¿cómo te cuidas? ¿También a tí la maternidad te ayudó a cuidarte mejor?

Encuentra un recurso excelente para aprender sobre cómo mantenerte sano en United Healthcare Latino y mira éste video sobre las tendencias de alimentación de los hispanos en Estados Unidos:

2 comentarios:

halgodon dijo...

Q Tierno ,,me encantoooooo ese cambio o esa opcion de vida para ti y los tuyos,,yop no pude ser madre pero tengo dos perrinenas y un marido q los amooooo y si tengo q hacer ese cambio ,,pero en mi P,R,,,,graxxx x tus palabras y experiencias q compartes,,,TQM y nunca te olvidare maritxa,,,,,graxxx Amen

Marixsa dijo...

Gracias amiguita! El cambio es uno pequeñito cada día, un pasito a la vez. Tu puedes. Besos, Marixsa