Hoy les comparto una última entrada resumiendo nuestras vacaciones en Borínquen, después de dos meses de regresar y apenas dos semanas antes de la fecha para la que espero el nacimiento de la nueva bebé. Este "baby shower", el primero de tres, estuvo adornado de sonrisas y juegos de niños, viejos y nuevos amigos, familia, música, poesía y una que otra lágrima. Aquí les dejo las mejores fotos de los mejores momentos.
El bizcocho de almendras confeccionado genialmente pot doña Annie del sector "El Verde" del barrio Cocos de Quebradillas. ¡Orgullo Boricua y Quebradillano!
La sección de los locos bajitos y medianitos: amigos y sus proles, a los que llevo muy cerca del corazón.
Chiquillos jugando.
Tenoch gozando.
Las nenas lindas posando.
Mas relajo y juego.
Mi mamá.
Mi hermano David y su adorada esposa Wandy.
Estos sí son los locos altos: sobrinos, sobrinas y sobrino-nietos.
Tías y tíos queridos.
Una vieja amiga, mi amiga del alma, madrina de bodas, comadre y compinche... con su hermosa y muy querida familia.
Una nueva amiga, autora del inspiracional blog:
mama-arte-eco. Esposa de un viejo amigo, familia de artistas, artesanos, y educadores en el hogar. Gracias por la linda sorpresa.
Oh, no dije que también eran músicos, intérpretes y cantantes.
Risas y lágrimas, cómo sólo mi mejor amiga sabe inspirar, con poesía, palabras y música. A muchos se nos ablandó el corazón con la canción de Joan Manuel Serrat: Esos locos bajitos.
"A menudo los hijos se nos parecen, y así nos dan la primera satisfacción;
ésos que se menean con nuestros gestos, echando mano a cuanto hay a su alrededor.
Esos locos bajitos que se incorporan con los ojos abiertos de par en par,
sin respeto al horario ni a las costumbres y a los que, por su bien, (dicen) que hay que domesticar.
Niño, deja ya de joder con la pelota. Niño, que eso no se dice, que eso no se hace, que eso no se toca.
Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma, con nuestros rencores y nuestro porvenir.
Por eso nos parece que son de goma y que les bastan nuestros cuentos para dormir.
Nos empeñamos en dirigir sus vidas sin saber el oficio y sin vocación.
Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones con la leche templada y en cada canción.
Nada ni nadie puede impedir que sufran, que las agujas avancen en el reloj,
que decidan por ellos, que se equivoquen, que crezcan y que un día nos digan adiós."
Los regalos, hermosos y especiales todos, se atesoran hoy y esperan ansiosos la llegada de nuestra niña. Gracias a todos, porque hicieron de ese día uno muy personal, lindo y super especial.