Esta semana comenzamos oficialmente el tratamiento de fertilidad. Disfrutando del hermoso verano con mi nene no he tenido tiempo de percatarme bien de la magnitud e importancia del paso que estamos tomando como familia. Queremos traer un miembro más a éste grupo, queremos un nuevo bebé.
El sábado fuí a buscar mi receta y se me cayó el brazo. Ya pasamos por esto antes, para concebir a Tenoch, pero ésta vez me ha tomado por sorpresa, pués por la distracción misma de tener las manos llenas con mi niño. Abro la bolsa y veo que hay tanta jeringa como para suplir una clínica, y hormonas en cantidad y en tal sinúmero de formas físicas.
Recuerdo entonces mis temores y dudas hace más de dos años atrás cuando comenzé el tratamiento para tener a Tenoch, y recuerdo el miedo. Miedo nutrido por dos intentos anteriores fallidos. Casi volví a sentir miedo por un segundo, pero lo espanté. He decidido solamente concentrarme en lo positivo, en las posibilidades, en los sueños, en los deseos, en los planes, en todo el amor que tengo (que tenemos) para dar. Y sólo así consigo dormir en paz.
No tengo foto para esta entrada, pensé hacer una escultura con las jeringas y frascos, para luego fotografiarla... pero está fuera de lugar. Lo importante es enfocarse y confiar. Estaremos en comunicación y contamos con sus oraciones.
2 comentarios:
Cuenta con mis oraciones y mucho más... TE AMO!!!
Gracias amiga, sé que siempre cuento contigo. Te amo de regreso!
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