y hoy se me fueron los sobrinos de regreso a la isla.
Lo pasamos muy bien, después de abrir los regalitos que dejaron los reyes, jugar y desayunar (en ese orden), nos preparamos para salir a dar una vueltecita por Brooklyn.
Llegamos a DUMBO e hicimos fila en Grimaldi's para celebrar con un almuerzo típico de Brooklyn, pues pizza italiana hecha en horno de piedra calentado con carbón. De allí caminamos un poco por el muelle y hacía mucho frío, entramos al Brooklyn Ice Cream Factory, no por helados sino por café. Y descubrimos una nueva tiendita en un mostrador de la tienda: Cacao Prieto, chocolates finos de Santo Domingo. Probamos unos bombones de chocolate oscuro con caramelo, con avellanas y con pistacho, estaban riquísimos.
De vuelta a casa mi sobrina comenzó las investigaciones sobre la posible cancelación de su vuelo de vuelta a la isla programado para el domingo. Se avecinaba ya otra tormenta de nieve que empezó hoy temprano y ante esta amenaza decidió cambiar su vuelo para hoy mismo regresar. Fué repentino y salieron apenas unas horas después de tomar la decisión. Aunque pronto pareció ser abrumadora la convivencia de seis personas en un apartamentito de Brooklyn (con dos pies de nieve afuera); ya los extraño mucho, el apartamento está vacío y silencioso. Había olvidado la capacidad de jugar sin cansarse de un niño de cinco años y la capacidad de dormir (y sonreír) de un adolescente de quince. Jenny, Julio y Julián, los amo mucho y espero compartir más con ustedes muy pronto.
Ya les contaré más acerca de los regalitos interesantes que hemos recibido y les dejo con el mejor: un año más de vida y salud que comenzamos sepultados bajo más nieve y frío, pero en el calor de una familia pequeña e íntima.
1 comentario:
Titi Mary:
Gracias por todas tus atenciones para con nosotros. Por alojarnos y llevarnos a pasear (con mucho esfuerzo). Gracias por soportarnos y por alterar tu tan bien planificada agenda de la vida para atendernos.
Un beso,
Jenny, Julio y Julian....
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