Dentro de un mes mi pequeño Tenoch cumplirá sus dos años. Se siente bien el reconocer todos los logros que este chiquillo ha alcanzado, todas las palabras que dice, todas las tareas que ha aprendido, lo mucho que le gusta bailar, cantar y tocar música, lo bien que entiende todo lo que se le dice (y lo que se dice enfrente de él). Nos sorprende lo mucho que imita cada gesto y acción que vé, las destrezas manuales que domina, los detalles que observa y cada ocurrencia nueva.
Nos preparamos para celebrar su cumpleaños en nuestro apartamento con un pequeño grupo de amiguitos de su edad. He estado cosiendo un poco y creando unos tamborcitos como éstos para una tocada de "rumba con bongo y tambor"... Así he llamado yo la fiestecita, y es que haremos lo que a él le gusta, tocar y bailar. Además comeremos una meriendita de manzanas, queso y galletitas, y culminaremos con unos pastelitos o cupcakes. Tengo las manos llenas en éstos días con los tamborcitos y las decoraciones de banderitas de tela con su nombre y con el número dos.
Esta ha sido una buena actividad para la transición al otoño que ya se hace sentir. También el bebé que llevo en la pancita se ha hecho sentir y he sufrido un poco de eso que llaman "mala barriga" y conlleva sus dosis inesperadas de mareítos, nauseas, hambre, llenura, y malestar general. Esto es todo nuevo para mí, pués no me dió en mi primer embarazo, pero se maneja y se conlleva con paciencia y tomándolo todo con calma. Ya les contaré más detallitos de ambas la celebración y el embarazo más adelante.
Por ahora me disfruto cosiendo un cumpleaños hecho a mano y calentando un bebesito muy deseado en la pancita, ambos cocinándose suave y con mucho amor.