Estamos aquí, sobreviviendo el mero, mero invierno.
Dando cantazos con lo de la casa que no se cuaja, trepando paredes encerrados
y llorando del frío por dentro cuando salimos afuera.
Haciendo mucha sopa, comiendo mucho pan, dando mucha teta.
Arrancándonos los pelos de impaciencia,
esperando la prima más querida, la primaVera.
Les pido perdón por no escribir, pronto me reconectaré.
Pero nunca dejaré de compartir las imágenes que plasma la cámara de mi celular.
Estaremos en contacto, gracias por esperar.
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