Pensé que ya no lactaría a Tenoch después del domingo aquel (11 de julio), casi lo logro, pero fué difícil. El día de mi cumpleaños (martes 13 de julio) le regalé la tetita, esta vez sí por última vez.
Es agridulce el final, hay llanto de ambos lados a la hora de la siesta (mi caravana va por dentro), pero cada día menos: menos lágrimas por menos tiempo. Tengo que inventarme nuevas maneras de amar a mi bebé, ahora he notado que resolvía muchos mini-contratiempos-diarios colocándole la tetita en la boca. Esos llantos de coraje o impaciencia, esa pausa de tanto correr, la transición del parque a mis brazos; se han quedado sin su beso final, sin la tetita que lo cura todo.
Ya he comenzado a tomar píldoras para el ciclo de fertilidad que ahora ha sido cambiado para el mes de septiembre (por incongruencias del seguro médico). Las hormonas se han hecho sentir y a veces me pongo a llorar mientras friego los trastes en la cocina o justo antes de dormir. Me acaloro de nada seguido de escalofríos y tembladera. Me enojo con tontadas, tengo menos paciencia, me duele a menudo la cabeza... Hoy fué un día especialmente difícil, acentuado también por el terrible calor del verano urbano neoyorkino.
Todo sea por ser de nuevo mamá y darle un merecido hermanito o hermanita a mi Tenoch. Hoy pago dulcemente el precio de la futura dicha.
Photo Copyright © Carey Kirkella Photography
Es agridulce el final, hay llanto de ambos lados a la hora de la siesta (mi caravana va por dentro), pero cada día menos: menos lágrimas por menos tiempo. Tengo que inventarme nuevas maneras de amar a mi bebé, ahora he notado que resolvía muchos mini-contratiempos-diarios colocándole la tetita en la boca. Esos llantos de coraje o impaciencia, esa pausa de tanto correr, la transición del parque a mis brazos; se han quedado sin su beso final, sin la tetita que lo cura todo.
Ya he comenzado a tomar píldoras para el ciclo de fertilidad que ahora ha sido cambiado para el mes de septiembre (por incongruencias del seguro médico). Las hormonas se han hecho sentir y a veces me pongo a llorar mientras friego los trastes en la cocina o justo antes de dormir. Me acaloro de nada seguido de escalofríos y tembladera. Me enojo con tontadas, tengo menos paciencia, me duele a menudo la cabeza... Hoy fué un día especialmente difícil, acentuado también por el terrible calor del verano urbano neoyorkino.
Todo sea por ser de nuevo mamá y darle un merecido hermanito o hermanita a mi Tenoch. Hoy pago dulcemente el precio de la futura dicha.
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1 comentario:
updated website for Carey Kirkella Photography is www.careykirkellaphoto.com :)
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